Mi niña, mi hija, mi vida, porque toda mi vida eres tu LAURA.

«Mi niña, mi hija, mi vida, porque toda mi vida eres tu LAURA. Todo nuestro esfuerzo, toda nuestra lucha, todo lo que conlleva vivir en esta vida cuando realmente hay que luchar tanto para vivir y estar juntas; desde que estabas en mi barriguita ya empezamos a luchar las dos solitas, pero conseguimos mucho y salimos adelante con toda nuestra fuerza, coraje y unión, porque tu eras pequeñita y tenias que ser niña y preocuparte de ser feliz, pero no era así, tu me cuidabas a mi y me protegías. Te preocupabas de mí, a veces sentía que tan chiquitina hacías el papel de madre. Éramos como dos madres: TÚ en un cuerpecito de niña y yo en mi papel de madre, esa unión es difícil de comprender cuando nuestra vida ha sido todo lo contrario a lo que yo viví de niña.

Estábamos tan unidas luchando el día a día contra todas las dificultades que la vida nos ponía por delante, una lucha tan dura que mejor nos lo quedamos para nosotras.  Si no habíamos pasado bastante, cuando podíamos por fin respirar las dos, nos sorprende una de las enfermedades más crueles que puede afectar al ser humano. Ansiábamos las dos llegar a verte cumplir la preciosa edad de 13 añitos, teníamos todos los sueños por vivir, teníamos nuestra torre construida. Te esperaba lo que tanto ansiabas: poder salir con tus amigos al cine o a cualquier lado sin que tu madre tuviera que estar contigo, ansiabas una cierta libertad.

Una tarde de primavera, con la ilusión de prepararnos para ir a bailar a tu Virgen de Valdepinillos, inesperadamente nuestros planes se torcieron, sin darnos cuenta  acabamos en la Paz, tu ingresada, las dos en estado de shock por lo que estaba pasando; en ese preciso momento empezó «nuestra pesadilla». De repente se nos derrumbó esa torre que tanto nos costo construir.

Esta es la tercera Navidad sin TI en la Tierra, pero todo sigue igual para todo el mundo, igual que cuando estábamos juntas: las luces, las compras, las celebraciones de familia, etc., pero para mí ya no existe nada de eso. Desde tu partida al CIELO mi mundo, mi vida es otra, he empezado a construir otra torre en otra dirección. Eso si LAURA, solo tu y yo sabemos que sigues estando conmigo, solo que yo tengo que hacer mi parte en la tierra y TU en el CIELO. Yo se que tu estás haciendo un gran trabajo en el CIELO, ayudando a los niños. Yo sé que estas feliz y eso me reconforta cada día que pasa sin poder agarrar con firmeza tu preciosa manita.

Las primeras Navidades después de tu partida me llevaste a un lugar lleno de Esperanza y con tu presencia en el corazón todas esas personas que tanto te ayudaron y nos siguen ayudando; el año pasado, nos fuimos las dos solitas rumbo a la aventura muy lejos, a Kolkata. ¿Estas Navidades donde me vas a llevar? Estoy esperando a ver hacia donde me guías, sin duda que vamos a irnos las dos juntitas a algún sitio bonito y lleno de Energía y mucho Amor, ese Amor que desde que te fuiste me sigues enviando cada día.

Hay sensaciones, sentimientos o vivencias que no están escritas en ningún libro, ni aparecen en los fotogramas de ninguna película e incluso no tiene espacio físico donde quedar plasmadas. A veces toda esta amalgama de sensaciones, sentimientos o vivencias sólo tienen cabida en el mundo onírico, pero son la energía vital de personas muy afortunadas que les habla su Corazón de ti LAURA.

Solo tú y yo LAURA, sabemos lo que hemos vivido y sentido. Y ahora también sabes lo que siento en cada instante, que a través de mis sentimientos, sólo dejándome llevar por mi Corazón, se que soy capaz de llegar a personas que en algunos momentos les ayuda, todo es gracias a ti  LAURA.

Cada día que amanece me siento más cerca de mi hija, mi niña, mi LAURA, MI ANGEL ETERNO.

TE QUIERO CON TODA MI ALMA, QUE ES NUESTRA  ALMA.

ETERNAMENTE TÚ ISA.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*